viernes, 9 de diciembre de 2011

Midnight in Paris

-La misión era tomar la colina, éramos cuatro, cinco contando a Vicente, pero había perdido una mano al estallar una granada y no podía luchar como cuando le conocí y era joven y valiente y la colina estaba encharcada de tanta lluvia y el camino descendía y habían muchos soldados alemanes y se trataba de apuntar al grupo y con puntería certera, retrasarles. 
-¿Tenía miedo? 
-¿De qué? 
-De que le mataran. 
-No escribirá bien si tiene miedo a morir.¿Lo tiene? 
-Sí, lo tengo, yo diría que es quizá mi mayor miedo realmente. 
-Es algo que le ha pasado a todos los hombres y a todos les pasará. 
-Lo sé, lo sé. 
-¿Ha hecho el amor con una auténtica gran mujer? 
-La verdad es que mi novia es bastante sexy. 
-¿Y cuando hace el amor con ella siente una pasión bonita y veraz y al menos, en ese momento, pierde el miedo a la muerte?
          -No, no suele ocurrirme.
-Creo que el amor que es veraz y real crea una tregua con la muerte. La cobardía viene de no amar o no amar bien, que es lo mismo. Cuando el hombre que es valiente y veraz mira cara a cara a la muerte como cazadores de rinocerontes que conozco o Belmonte, que es valiente de verdad, como aman con suficiente pasión, apartan a la muerte de su mente, hasta que vuelve como lo hace con todos los hombres y es hora de hacer el amor de verdad...piénselo bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario