Midnight in Paris
-La misión era tomar la colina, éramos cuatro, cinco contando a Vicente, pero había perdido una mano al estallar una granada y no podía luchar como cuando le conocí y era joven y valiente y la colina estaba encharcada de tanta lluvia y el camino descendía y habían muchos soldados alemanes y se trataba de apuntar al grupo y con puntería certera, retrasarles.
-¿Tenía miedo?
-¿De qué?
-De que le mataran.
-No escribirá bien si tiene miedo a morir.¿Lo tiene?
-Sí, lo tengo, yo diría que es quizá mi mayor miedo realmente.
-Es algo que le ha pasado a todos los hombres y a todos les pasará.
-Lo sé, lo sé.
-¿Ha hecho el amor con una auténtica gran mujer?
-La verdad es que mi novia es bastante sexy.
-¿Y cuando hace el amor con ella siente una pasión bonita y veraz y al menos, en ese momento, pierde el miedo a la muerte?
-No, no suele ocurrirme.
-Creo que el amor que es veraz y real crea una tregua con la muerte. La cobardía viene de no amar o no amar bien, que es lo mismo. Cuando el hombre que es valiente y veraz mira cara a cara a la muerte como cazadores de rinocerontes que conozco o Belmonte, que es valiente de verdad, como aman con suficiente pasión, apartan a la muerte de su mente, hasta que vuelve como lo hace con todos los hombres y es hora de hacer el amor de verdad...piénselo bien.
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