viernes, 9 de diciembre de 2011

Midnight in Paris

-La misión era tomar la colina, éramos cuatro, cinco contando a Vicente, pero había perdido una mano al estallar una granada y no podía luchar como cuando le conocí y era joven y valiente y la colina estaba encharcada de tanta lluvia y el camino descendía y habían muchos soldados alemanes y se trataba de apuntar al grupo y con puntería certera, retrasarles. 
-¿Tenía miedo? 
-¿De qué? 
-De que le mataran. 
-No escribirá bien si tiene miedo a morir.¿Lo tiene? 
-Sí, lo tengo, yo diría que es quizá mi mayor miedo realmente. 
-Es algo que le ha pasado a todos los hombres y a todos les pasará. 
-Lo sé, lo sé. 
-¿Ha hecho el amor con una auténtica gran mujer? 
-La verdad es que mi novia es bastante sexy. 
-¿Y cuando hace el amor con ella siente una pasión bonita y veraz y al menos, en ese momento, pierde el miedo a la muerte?
          -No, no suele ocurrirme.
-Creo que el amor que es veraz y real crea una tregua con la muerte. La cobardía viene de no amar o no amar bien, que es lo mismo. Cuando el hombre que es valiente y veraz mira cara a cara a la muerte como cazadores de rinocerontes que conozco o Belmonte, que es valiente de verdad, como aman con suficiente pasión, apartan a la muerte de su mente, hasta que vuelve como lo hace con todos los hombres y es hora de hacer el amor de verdad...piénselo bien.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

No hay noche tan larga que no termine en día.

Las compras de la mañana, arreglar la casa, limpiar, pensar qué te vas a poner, quedar con amigos, cantar en la ducha, comerte un algodón de azúcar como si fuera la última vez que te vas a comer uno, reír, recordar viejos tiempos, pasear, quedarte pensativa, volver a reír, llorar, ver tiendas, cantar en la calle, contar chistes tontos de los que solo tú encuentras la gracia, jugar en un parque de noche...




                  ...definitivamente, la vida sigue donde la dejaste.

viernes, 2 de diciembre de 2011

LA INAUGURACIÓN DE MI BLOG

Para la inauguración de mi blog hablaré de un sentimiento que en más de una ocasión puede ser inmensamente superior al amor, a la alegría, a la pena o a la soledad: el miedo.
El miedo puede hacernos ver las cosas de manera distorsionada, ver obstáculos donde no los hay y ver imposibles donde, con algo de esfuerzo y valentía , podríamos conseguir lo añorado.
El miedo no solo nos bloque físicamente, paralizándonos en el momento en que mas necesitaríamos fluir con soltura, sino que además nos hace huir de pensar como pensamos, de decir lo que lo que decimos o de sentir lo que sentimos, dejándonos completamente a merced de este sentimiento que como ya he dicho, nos hace ver las cosas de manera distorsionada.
El miedo es una reacción natural que tiene el cuerpo para entrar en un estado de alerta, pero ¿Hasta qué punto debemos dejar que este sentimiento se apodere de nuestra capacidad de maniobra?¿Realmente es mejor dejar de hacer o de decir algo para evitar sentirnos rechazados o humillados?¿Hasta qué punto me vale más la  satisfacción de los demás que la mía propia?¿Qué daño puede hacer que viva la vida tal  y como a mi me hace más feliz?
Podemos sentir miedo, estar a alerta, pero controlando ese sentimiento, no dejandonos arrastrar por miles de ideas que no conducen a nada,  que probablemente sean elucubraciones demasiado fantásticas y que nos están quitando momento y anécdotas de esta vida que pasa tan rápido.
Pensemos qué sucedería de confirmarse nuestros peores temores: ¿De verdad sería algo que no podríamos superar jamás?Creo que no, que todo es superable, que siempre es peor cuando te lo imaginas a cuando sucede.
Siempre que pienso en el miedo, descubro algo que siempre será mucho mayor: la  verdad; dejo de tener miedo a lo que pueda ocurrir, porque la verdad no siempre es lo que queremos escuchar, pero siempre merece la pena.
Cuando conocemos la verdad, es mucho más fácil conseguir, esta vez con los pies en el suelo, lo que andamos buscando.

                       *Os deseo que os sobren motivos para quitar el miedo paralizante de vuestro camino.