Para salir del paso, primero tienes que llevarte tus recuerdos, irte por donde has venido de una forma tan sutil pero rotunda que no quede nada de todo y que sea sin darnos cuenta.
Como el esparadrapo tras la vacuna que te quitas muy delicadamente para no hacerte daño... por lo menos yo prefiero eso al tirón.
Para salir del paso, ve acostumbrándome a la falta de caricias, que llegue un punto que más me sobren que me falten.
Ve acostumbrándome a la rabia y a la impotencia, para que cuando solo quede dolor, no me parezca tan terrible.
Ve haciendo más tenue tu figura, tu recuerdo y tu importancia, quiero poder recordar que yo ya era yo antes de ti.
Sé tan bien como tú que ninguno quedó igual después del paso del invierno... Este invierno que empieza a hacerse eterno.
Para salir del paso, acostumbra a mi sombra a vagar sin tu sombra, que no pasa nada, que antes ya caminaba, que tus pasos le dieron fuerza, pero no iniciaron su camino, hazle ver todo esto, aunque sólo sea para salir del paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario